miércoles, 7 de julio de 2010

Entre nubes de humo te respiro, pero intento no exalarte del todo; intento, retener un poco de tu esencia.
Entre melodías escucho tu voz, ya no me acuerdo el tono, las pausas ni el ritmo... pero eso no importa, porque vuelvo a sentir el eco de tus palabras en mi alma aturdida.
Entre las páginas de mi libro se forma tu nombre, y tu nombre ya tampoco importa, ni el mío...
Te veo en rostros, veo tus lunares, el color de tus ojos y de tu piel; y no sos vos, esos rostros no son vos.
El humo, las voces, los rostros, los nombres, el tacto, los aromas, el color de tus ojos, tus lunares, el tiempo, la distancia, el deseo, el calor, las palabras... ya no importan; porque aprendí a copiar tu forma.

Aprendí después de tanto, a cerrar los ojos y hacerte aparecer

Entonces
...
..
.
Ya no te necesito.

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